Cuando estamos finalizando el segmento de natación en un triatlón, y estamos llegando a la playa, empezamos a ver el fondo cada vez más cerca y apenas tocamos la arena con la punta de los dedos, la tendencia es a ponerse de pie inmediatamente, si lo hacemos en ese momento, y empezamos a correr, veremos que nos cuesta mucho ya que el agua nos llegará aproximadamente por la cintura, y avanzamos más lento que si seguimos nadando.
Otra opción es la de realizar varios saltos de delfín, pero no avanzaremos mucho más rápido que si continuamos nadando, ya que a cada salto estamos parando (al ponernos de pie) y arrancando (al saltar) además de que se nos dispararán las pulsaciones.
En definitiva que lo más económico e inteligente es seguir nadando, cuando comencemos a rozar la arena seguir nadando hasta que casi la cercanía del fondo nos obligue a flexionar más de lo normal el codo en la fase acuática, para poder realizar la brazada, entonces será el momento de incorporarnos y comenzar a correr, la línea de agua llegará ahora un poco por encima de las rodillas con lo cual podremos correr levantando las rodillas y recogiendo las piernas de forma lateral para frenarnos menos con el agua.
Os dejamos un video bastante ilustrativo sobre este tema:
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